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 ESTE JUEVES UN RELATO " FOTOGRAFÍA INSPIRADORA UNA TAZA DE CAFÉ "






SIMPLEMENTE UNA TAZA DE CAFE


 Ella esta caliente… y este clima con este  horrible frío que nos congela
su gran aroma me envuelve y siento que también me desea . Cuando la tomo por la cintura me entibia las manos con su calor como a cualquiera y me enciende el cuerpo de pies a cabeza, mientras me muevo firmemente de un lado a otro, frotando mis manos contra ella y… simplemente se queda quieta.
La tomo despacio, pero muy deprisa para que me contenga y abriendo la boca siento su sabor inconfundible a chocolate un tanto amargo pero muy  dulce que… a mis labios se pega, sintiendo la espuma en la punta de mi lengua, un sabor tan agradable como su color de piel morena
Y  aquel aroma de… ese vapor que emana de aquella taza de café que me mira serena
Pues es este frío que esta que… se las pela, no, no había sentido un invierno tan frío como hoy en aquella cafetería en esta tarde de invierno de lluvia tan intensa.




ALREDEDOR DE UNA TAZA DE CAFÉ


No, no sabía que es lo que podía suceder alrededor de una taza de café
Cuando de pronto lo vi, en frente de mi revolviendo aquella taza de café echándole casi cuatro cucharadas de azucar, mientras mi mente decía… tómame a mi, yo soy más suave, dulce y caliente que ella, tómame a mi, róbame a sorbos de tu boca la piel y mi cuerpo que… aún te desean. Que  yo, te lo aseguro no me quedare quieta, para darte aquel calor que necesitas, pues junto a mi arderás en esta hoguera, que me brota desde dentro del pecho y… que tiene perfume de primavera.  Siénteme despacio y muy suave como aquella taza de café que simplemente esta en frente de ti  muy serena y me dieron ganas de morder aquellos labios y saborear aquel café de su propia boca y sacarle la espuma de la orilla de sus labios con la punta de mi lengua.
Y simplemente me acerque a el muy despacio con una sonrisa que decía… de aquí  en adelante vamos a calentar nuestros cuerpos no solo con  una taza de café. Si no con el calor de  mi piel que… eternamente te espera… pero el se tomo aquel ultimo sorbo de café aquella tarde serena, ni siquiera me vio acercarme, tomo el celular, sus llaves y  un taxi en la esquina de aquella cafetería en realidad salio tan rápido que no imagino a donde iría. y me quede sola, caminando por aquellas calles en aquel atardecer de otoño sin saber que es lo que había sucedido aquel día.
Llegue muy cansada a casa pues estuve caminando por algunas horas por calles que… ni siquiera conocía, y de pronto me quede dormida. Sonó el timbre muy fuerte que me desperté de un salto muy asustada   ¿quien seria?, abrí la puerta media dormida y su rostro apareció muy sonriente con dos tazas de café de aquella cafetería.


Autor : Maria Liberona