Más ella fingía todas las noches para que el
simplemente se sintiera aquel hombre fuerte, imponente como lo hacia notar en
cada reunión de sus compañeros de trabajo y del club en que todos los domingos
venían a verlo, para hacer de las suyas y contar sus aventuras de … “ amor y
sexo”, más ella lo había dejado de amar desde hace mucho tiempo.
Todas las noches desnudos en aquella cama simplemente
en silencio se dejaba caer y acariciar por quien quizás alguna ves tuvo una
gran pasión, una gran ternura y amor por completo, pero en aquellos instantes
solo pensaba en escapar de sus brazos, tratar de olvidarlo cuando sentía sus
manos acariciándole el cuerpo, y simplemente ella hacia lo que el le decía,
todas las noches era como un ritual tan perverso… a oscuras en aquella
habitación sintiéndose doblegada, usada por aquel hombre el cual había amado,
ya hace tantos años de aquello…
Más no recordaba como eran aquellas caricias que
le hacían sentir como una flor en primavera, capullo de rosa creciendo…
Pero las voces, las risas de sus pequeños hijos le
hacían sentir aquel vigor, aquella fuerza para enfrentar todo aquello, cuando
se recostaban junto a ella después de
llegar del colegio. Un pequeño gran paraíso para ella oír sentir las sonrisas
de sus hijos y ella ocultando todo aquello. Nadie sabia lo que sucedía solo
ella y las paredes de aquella habitación a oscuras y en silencio…
Pues después de estar con el lloraba a gotas de
sangre todo lo que sentía por dentro el asco, la impotencia que sentía dentro
de ella por no ser la mujer fuerte que sus hijos esperaban para protegerlos…
mas ella se sentía sola y no sabia que hacer con todo esto.y salía a la calle
con una fingida sonrisa y … sentía sucia su alma y su cuerpo caminando como
autómata a comprar lo que faltaba para el almuerzo.
Más un día el tardo en llegar de su trabajo a la
hora del almuerzo, ella se sintió un poco extraña por que el había demorado
tanto tiempo y pensó quizás una reunión de trabajo en extenso, pero se había
equivocado, unas horas después un carro
de policía se acerco muy lentamente sintiendo que alguien golpeaba la puerta,
pensó que era su marido el que regresaba, pero… cual fue la sorpresa…
a su marido lo habían encontrado muerto cerca del
vecindario, ella se mostró muy sorprendida pero a la ves aliviada por lo que le
había sucedido, se había hecho justicia
para ella, después de tantos años de terror e inmundicia que le hacia sentir
todas las noches cuando el desnudaba su cuerpo… mientras sus hijos lloraban
desconsoladamente por su padre muerto abrazándola con fuerza, más ella no podía
entender lo que estaba sucediendo…Autor: Maria Liberona